lunes, 12 de junio de 2006

Eterno Resplandor de una mente con recuerdos

Cuando la espera es tan extensa, cuando uno está aguardando una revancha por cuatro años, cuando la ansiedad se manifiesta de una manera tan intensa, solemos elevar las expectativas mas allá del resultado del marcador final.
Efectivamente, tanto esperamos para que empiece esta copa del mundo, la cual no es una más sino que la vivimos como la oportunidad de demostrar que somos una gran potencia futbolística (tal vez el único rubro en el que somos potencia), que nuestras espectativas eran mayores. Al menos las mías. Esperaba que desde el debut le demostráramos al mundo que la fallida experiencia del 2002 no fue más que un traspié, un golpecito, producto de un delirio alucinógeno de un caprichoso y obstinado entrenador, al cual los protagonistas principales no supieron entenderle su dialecto mandarín.
Pero la cruda realidad se me presentó nuevamente con forma de garrote, y el golpe, lejos de producirme pérdida total de memoria, me trajo a la mente resplandores de otros tiempos, no tan lejanos. Creo que la transmisión del partido Argentina vs. Costa de Marfil tuvo interferencias, tal vez se cortó por un extenso período y sólo se supo el resultado. De otra manera no puedo explicarme por qué salió tanta gente a festejar...
Recuerdo un sábado a la noche, año 2002, debut mundialista contra un equipo africano, no se jugó muy bien, se ganó por un gol de diferencia...
A ver si nos entendemos, si este partido era en una instancia importante y ante un rival más duro, no haría tanto hincapié en esto. Qué me importaría si jugamos bien o mal si se tratara de la final del mundo, pero no lo es. Es el otro extremo.
Recuerdo en el mundial de 1990, un importante medio publicó en su tapa: "Argentina clasificó y punto". Digamos que respecto de este debut diría: Argentina ganó y punto. Lo que me llama mucho la atención, es ver a los jugadores y al D.T. llenándose la boca de elogios respecto de los jugadores y de lo "bien" que jugaron. Espero que al ver el video se den cuenta del nivel de pateticidad demostrado por momentos. Nunca ansié con tantas ganas equivocarme, es más, expresamente reconoceré estar equivocado cuando me demuestre este equipo que sí lo estoy; mientras tanto no voy a tener consideraciones.
Resumiendo, no me gustó como jugó Argentina (¿se nota?), salvo algunas individualidades excepcionales. Recordemos que enfrentamos a un rival que salvo un par de jugadores, no existe (al menos comparado con nosotros). Ni quiero imaginar que hubiera sido del partido si hubiéramos enfrentado a una selección de mayor jerarquía. Nos vimos superados mental y físicamente. Los que tenían que aparecer y hacer la diferencia (Riquelme por ejemplo) estuvieron casi autistas.
Con esto termino: ¡Vamos Argentina!

No hay comentarios.: