La Generación perdida (Parte I)

En nuestra corta y convulsionada historia institucional podemos ver constanes referencias a movimientos intelectuales, con grandes referentes, doctrinarios y luchadores. Tenemos a la aún hoy progresista Generación del 37´ encarnizada en un debate intelectual, político y social en contra del modelo opresor rosista de aquella época. Alberdi, Esteban Echeverría, Mármol, Sarmiento, entre otros; grandes personajes que apostaron su propia vida y bienes por lograr un cambio político y social bastante revolucionario para la época.
Otra renombrada Generación fue la del 80´, encargada de implementar modelo oligárquico liberal, y en muchos aspectos reprochable desde el punto de vista económico, pólitico y social.
Hoy, me propongo hacer algunas referencias a una generación de argentinos a los que nos tocó un especial momento de la historia, mundial y local. hablo de la generación del 90´, de 1990. En mi caso particular, La década en cuestión me sorprendió en el comienzo de la adolecencia, edad en la cual (se aceptan críticas de psicólogos) creo que el individuo foguea definitivamente su visión de la vida, objetivos, valores, ideología y gustos personales.
Nuestro problema generacional fue precisamente ésto. Nos nutrimos en los 90´ de toda la basura neoliberal que trajo la política traidora, vende patria, entreguista y proxeneta de la dirigencia argentina de la década. Lamentablemente nos toco bailar con la más fea. El paradigma del éxito dio un giro de 180 grados, y de pronto alguien exitoso era quien ostentaba riquezas (mal habidas por supuesto, si no era un looser), quien se burlaba de los demás, quien denotaba mayor frivolidad, quien "curraba más", etc. "Están dando los años locos" dice una canción; siempre me resultó raro observar que los más "liberales" se enriquecieron con el Estado, los más Anti Estado, robaron millones de la obra pública.
En medio de tanta basura no muchos se dieron cuenta de que veníamos pujando por nuestro lugar los jóvenes de los 90´, en una franja de edad que acoto a pibes que hoy tienen entre 22 y 35 años, que se criaron, como acostumbro a decir, mirando Videomatch. Veíamos como nuestros padres decaían económicamente, como nuestros conocidos, vecinos, amigos, perdían sus puestos de trabajo, cómo los que los conservaban tenían que resignarse a sueldos de hambre bajo la presión del despido, cómo los sindicatos traicionaban a su gente, seducidos por la codicia que actuaba cuan Lilith (ver mitología babilónica). Por supuesto que este desmoronamiento económico y social no pudo de ninguna manera influirnos positivamente. Salvo honrosas excepciones individuales, aprendimos que el que "trabajaba era un gil", que el "que estudiaba era un perdedor".
Los Piojos cantaban "Arde Babilonia" allá por 1994. Nunca tan acertada una canción. En ese momento yo estaba en la Universidad, donde escuchabamos el inminente riesgo de arancelamiento, cierre y hasta privatización. Accedía también a mi primer trabajo temporal, mal pago por supuesto. Ya a esta altura estaba definitivamente instalado el individualismo y el canibalismo en la sociedad.
Es muy difícil resumir lo acontecido en estos años, pasaron tantas cosas nefastas... no perdíamos la capacidad de asombro...
(Continuará)