martes, 11 de julio de 2006

¿San Martín? ¿Bolívar?

La imagen de la derecha inmortalizó la reunión en Guayaquil de los dos grandes libertadores sudamericanos. Ese 26 de Julio de 1822 Simón Bolívar recibió al General San Martín en un histórico encuentro de titanes. Digo histórico por la relevancia de los protagonistas, pues no se tomaron decisiones que hayan tenido directa implicancia en la gesta libertadora. El resultado de las gestiones de ambos todos lo sabemos, la incógnita siempre será qué hubiera pasado si ambos ejércitos se hubieran unido en contra de los realistas agresores. Nunca lo sabremos. Paréntesis: muchas veces me pregunté que hubiera sido si La Banda Oriental y Argentina hubiesen sido un único país e imaginaba con deleite la dupla Maradona-Francescoli... cierro paréntesis.
Casi 182 años después todos vimos a los nuevos líderes sudamericanos en la Cumbre de Presidentes del Mercosur, celebrada en Caracas hace unos días. Por supuesto que Kirchner no es San Martín ni Chávez Bolívar, pero cuando los ví me vino a la mente el famoso encuentro de 1822 y me puse a analizar si existe alguna coincidencia histórica entre aquella época y la actual.
En 1822 Latino América se encontraraba en llamas, en un batallado proceso independentista, algunos, como nosotros, nos habíamos liberado de la corona española aunque la lucha se prolongó, al igual que Chile, quien declaró declaró su independencia en 1818 pero que siguió luchando varios años más. En Perú el proceso tomó cinco años, alcanzando su momento cúlmine en diciembre de 1824. Colombia y parte de Venezuela declaran la independencia en 1819 de la mano de Bolívar.
Hoy el escenario internacional es bastante distinto según la perspectiva que tomemos. Dejamos de ser en el siglo XIX colonias españolas, nos quitamos el yugo real, iniciamos la construcción de nuestras repúblicas. A pesar de esto nunca pudimos liberarnos de otras formas de dominio, el imperialismo adquirió nuevas y evolucionadas formas y en la realidad de los hechos, los países poderosos continuaron con su dominio en el continente. Lo económico determina lo político y lo político determina lo social, y siempre fuimos los dominados en la antagónica relación de países dominantes y dominados.
Como dije, en 1822 ya se había iniciado el proceso independentista. Hoy, sin discusión sobre el fracaso del modelo impuesto por el FMI y otros emblemáticos de la opresión, América Latina quiere emerger, romper las cadenas y asomarse al mundo con orgullo y en pie de igualdad. Claro que el proceso es largo y pesado, si no que nos lo digan a los argentinos...
Los nuevos líderes son consecuencia de lo que algunos llaman el "giro a la izquierda" de América del Sur. Yo sinceramente no creo que se haya girado tanto a la izquierda, lo que pasa es que más en el extremo derecho no se podía estar. El neo liberalismo causó tanto estrago en la región que la onda expansiva de la explosión social fue para el lado izquierdo. Podría definir como un líder de izquierda a Evo Morales, en un principio a Ignacio Lula Da Silva, a Hugo Chávez, aunque con ribetes nacional socialistas. No creo que Néstor integre el grupo de los que giraron a la izquierda, más bien remito a lo de la extrema derecha y el inevitable movimiento hacia el lado izquierdo, lo cual no es ser de izquierda.
La realidad actual indica que tal vez podamos protagonizar lo que algunos imaginamos respecto de la unión bolivar-sanmartiniana. Por supuesto que con enormes diferencias que se denotan en todos los aspectos, institucionales, sociales, culturales, económicos, etc. Escuché que Chávez hablaba (habla mucho, ¿no?), entre otras cosas, de la posibilidad de armar un ejército sudamericano, con soldados de todas las naciones. Sería en algún punto la conclusión del anhelo del Gral. San Martín, de quien se dice que le propuso a Bolívar unir los ejércitos del norte y del sur y este último no estuvo de acuerdo. Claro que, como ya dije, Chávez no es Bolívar ni Kirchner San Martín, y están muy lejos de serlo.
El tiempo dirá si la integración es posible y beneficiosa para todos, en mi opinión siempre sumará más de lo que resta. Cada uno hará su evaluación y analizará sus consecuencias. Lo que intenté expresar en esta entrada es apenas una sensación que tuve al ver, una vez más, a Venezuela y a Argentina hermanadas.

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