sábado, 21 de octubre de 2006

Dormidos en los laureles

Vuelvo a escribir. Esta vez motivado por hechos raros, oscuros e indeseados, por mí y por millones de personas que pretendemos defender a la constantemente defectuosa, insuficiente y muchas veces injusta democracia, pero democracia al fin.
La desaparición del testigo principal de la causa Etchecolaz encendió las alarmas de una sociedad que creía superados los viejos fantasmas del fascismo en Argentina. Siempre supimos de periodistas censurados, testigos amenazados o "fallecidos en accidentes", pero este caso, por lo mediático de la causa, el alto rango del genocida condenado y la justa dureza de la sentencia, nos causó un conjunción de sentimientos que hace mucho no experimentabamos. Preocupación, miedo, desesperanza e impotencia son algunas de las sensaciones que experimento.
Mientras hacemos nuestras vidas suponiendo que la derecha opresora concluyó su vida un mes de diciembre de 1983, el debilitado pero superviviente enemigo de las mayorías se arrastró, alimentó, creció y sobre todas las cosas se fortaleció. Más de 20 años pernoctamos en los laureles de la supuesta democracia. Bah, quiero ser claro, algunos que hemos tenido actividad política siempre advertimos y denunciamos que la derecha estaba rearmándose, sustentada por poderosos intereses económicos y políticos, encarnados en las esferas más alta del Poder del Estado, pero la mayoría de la gente se desentendió y ahora vemos las consecuencias.
Veía hace unos días un acto en conmemoración a las "víctimas de la subversión". Se observaba en dicho acto a un montón de dinosaurios de tipo carnívoro, con feroz apetito de carne combativa, pero esos son los mismos de siempre. Lo que más me preocupó fue ver muchos jóvenes. No recuerdo si en otra entrada lo dije, pero tuve un gran docente en la Universidad que siempre nos decía: "Con el tiempo todos nos vamos aburguesando, el problema son los fascistas de 20 años..." Que increíble, me pongo a pensar que hay jovenes de mi edad con convicciones tan reaccionarias y trato de imaginar cómo serán dentro de 15 o 20 años. Sin dudas, si no detenemos esta corriente neo fascista vamos a pagar un alto precio político.
Incluso tienen el descaro de citar la libertad de expresión como derecho constitucional. Esa libertad de expresión que ellos mismos y quienes reivindican se encargaron de extirpar encerrando y asesinando a quien quisiera ejercerla. Desde ya insto a las autoridades y a todos los lectores a que traten de impedir expresiones de este tipo.
Algunos tal vez interpreten que no estoy siendo democrático. Les contesto que no puede ser democrática ninguna manifestación que contenga un mensaje o una idea que de alguna manera justifique o reivindique el Terrorismo de Estado. Hacerlo es a todas luces una contradicción. Si están prohibidas y tienen graves consecuencias penales las manifestaciones, propagandas, venta de productos, etc. de todo lo que tenga que ver con el nazismo, ¿por qué no puede asimilarse dicha legislación a este tipo de manifestaciones? ¿Acaso no son casi idénticas? Por supuesto que no pueden aplicarse leyes penales por analogía, pero un poder legislativo democrático podría sancionarlas perfectamente.
Despertemos del letargo, que el enemigo nunca durmió y recupera terreno.
Éxitos

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