Amarillos, verdes, tostados, así se observan los soleados paisajes pampeanos en épocas otoñales e invernales. Año tras año el ciclo natural se cumple con relativa exactitud, abstraído en su realidad vegetal, sin comprensión de los debates, esperanzas y miserias tejidas alrededor de sus ansiados frutos.
lunes, 25 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario