Desde lejos podía admirar el infernal y hermoso fuego devorando los campos de caña. Los trabajadores bebían destilaciones baratas, cobrando valor para ingresar a la cosecha de la tarde siguiente.
jueves, 22 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario